La Universidad de Buenos Aires aprobó la creación de la nueva tecnicatura “Acompañamiento de trayectorias educativas”. Tiene una duración de 3 años y apunta a la formación de profesionales para la intervención frente a situaciones de vulneración del derecho a la educación.
NUEVA TECNICATURA EN EDUCACIÓN
El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires aprobó la creación de la Tecnicatura Universitaria en Acompañamiento de Trayectorias Educativas cuyo objetivo es formar profesionales especializados en la intervención frente a situaciones de vulneración del derecho a la educación, con el propósito de acompañar recorridos educativos diversos y garantizar procesos de inclusión efectivos. La misma depende del Departamento de Ciencias de la Educación, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
Para ello, propone una formación orientada al trabajo interdisciplinario y al diseño de dispositivos de acompañamiento contextualizados. Paula Fainsod, directora del departamento de Ciencias de la Educación, cuenta “que la tecnicatura surge como una propuesta colectiva interclaustro a partir del interés de generar nuevos trayectos formativos con perfiles específicos que responden a ciertas vacancias y a demandas del sistema educativo”.
El campo de problemas al cual se dirige esta tecnicatura, es el acompañamiento de trayectorias escolares. Surge fuertemente como un espacio formativo que se presenta en un contexto de ciertas transformaciones sociales y subjetivas que profundizan desigualdades educativas y requieren la producción colectiva de saberes y estrategias inclusivas integrales institucionales y aulicas. Siendo este el foco de la tecnicatura”, explica Fainsod.
Sandra Nicastro , profesora Titular de la cátedra Análisis Institucional de la Escuela, sostiene que “cuando nosotros pensamos esta propuesta, no pensamos en recorridos y acompañamientos individuales. El perfil profesional que se imaginó es alguien que para acompañar a esta estudiante o a este estudiante arme un espacio de trabajo con un docente o con una docente, con los diseños curriculares vigentes, con todos los recursos que tiene la escuela, para determinar, en conjunto, cuáles son las estrategias posibles de ser implementadas”.
“En vez de pensar que estamos formando a alguien que va a hacer otra intervención directa sobre el estudiante o la estudiante, estamos pensando en alguien que para hacer esa intervención va sobre todo a hacer hincapié en el trabajo docente, en la enseñanza, en revisar cuestiones que tienen que ver cómo nos pensamos enseñando a pibas y a pibes que son todas diferentes”, agrega Nicastro.
Ariel Zysman, docente en la cátedra de Historia de la Educación Argentina y del taller de Asesoramiento en Escuela Secundaria, pone el foco en que “el año que viene se cumplen 20 años de la ley de educación nacional que sancionó la obligatoriedad de la escuela secundaria. Nosotros partimos de que garantizar ese derecho lleva 20 años intentando hacer pie sobre un sistema educativo que tiene más de 100 años, que tenía otros fines en sus inicios, que tenía otros destinatarios. Hoy, con el incremento de la matrícula, las nuevas formas de enseñanza, las dificultades de los contextos socioeconómicos políticos que se vienen dando en los últimos años, hace que,la escuela cruja, por decirlo de algún modo”.
“Uno de los grandes desafíos es cómo pensar las trayectorias. La noción anterior sabemos que no funciona, que no garantizan mejores aprendizajes y, también, sabemos que esta escuela tan decimonónica, con un currículum tan desagregado, sabemos que no genera mejores aprendizajes, y que. incluso es la antesala muchas veces de la mal llamada deserción escolar porque discutimos incluso la categoría de deserción, no es el pibe el que deserta, sino que hay una institución que invita a irte del sistema”, enfatiza Zysman.
Isabel González, representante estudiantil en la Junta, asegura que “este proyecto está centrado en poder pensar cómo se construye una institución educativa que aloja diversidades. Y es en el nivel secundario donde encontramos con la mayor cantidad de diversidades, no solamente en cuanto a la salud mental o discapacidades sino, también ,pibes con distintas historias, con distintos recorridos, que vienen de diferentes barrios y recorridos vitales. Pensemos de qué manera hacemos que estas escuelas reciban a todos y permitan que todos tengan la misma posibilidad de aprender y la misma posibilidad de graduarse”.
Abril Ciarmiello,representante estudiantil en la Junta Departamental, destacó que la tecnicatura se aprobó “luego de muchos meses de discusión entre todos los claustros y con el departamento para poder construir consensos. La tecnicatura democratiza el acceso al nivel superior y, además, reconoce y pone en valor el trabajo que,hoy en día, muchos compañeros realizan en escuelas, en territorios, con el objeto de cumplir efectivamente el derecho de que toda persona pueda acceder a una educación pública y de calidad”.
De 3 años de duración, forma profesionales para la intervención frente a situaciones de vulneración del derecho a la educación, con el propósito de acompañar recorridos educativos diversos.
La carrera habilita a trabajar en instituciones educativas, diseñar e implementar proyectos de acompañamiento, trabajar en equipos interdisciplinarios en problemas de aprendizaje, enseñanza y convivencia y articular con diversos actores del sistema educativo para favorecer la inclusión.
Para inscribirse se requiere la aprobación de las tres materias del CBC correspondientes a la tecnicatura.
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