Computación: la profesión del presente y del futuro
Tanto medicina, como contaduría, y derecho, las tres profesiones más tradicionales, están atravesadas por la informática, hoy en día. Diego Delle Donne, doctor en computación, nos cuenta cómo fue su carrera desde que era un estudiante de la UBA, hasta su posdoctorado actual en Francia.

La informática está en todos lados. Nos vemos confrontados con el producto de las matemáticas y la ciencia de la computación en todo tipo de situaciones y aspectos de nuestra rutina diaria.
Diego Delle Donne se interesó por este tema desde chico. Estudió licenciatura en Ciencias de la Computación en la Universidad de Buenos Aires, en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Tras recibirse se dedicó a la investigación.
Aquí nos cuenta cómo pasó de estudiar en la UBA a trabajar en investigación en París, Francia, y su paso por el prestigioso congreso Heidelberg Laureate Forum, en Alemania.
¿Cómo te decidiste por la Computación?
Siempre me fue fácil manejar computadoras cuando empezaron a salir. Me gustaba mucho pasar tiempo con las máquinas y, la verdad, es que nunca pensé mucho en el futuro laboral.
Mis dos opciones para estudiar cuando tuve que elegir carrera eran computación, por un lado, o literatura, por otro. Pero, cuando tuve que decidir, ahí sí pensé en poner el futuro laboral en la balanza y bueno, terminó pasando que ganó computación.
¿Cómo arrancaste tu carrera de investigador?
Cuando estaba por empezar la tesis de licenciatura en la UBA me ofrecieron un cargo de investigador docente en la Universidad Nacional de General Sarmiento en el 2008.
Estaba buenísimo porque me servía para empezar a trabajar en la Academia y, como parte de mi trabajo de investigación, hacer la tesis de Licenciatura.
Así fue que me quedé en el área del ámbito académico, pero part time desarrollaba software. En Gral Sarmiento tenía cargo de investigador docente, o sea, hacía docencia e investigación. Tenía allá mi oficina, pero seguía también en la UBA.
En la UBA yo tenía un cargo de docencia, pero cuando uno hace investigación no necesariamente trabajas solamente con la gente en tu lugar de trabajo.
Los equipos de trabajo son interdepartamentales e interinstitucionales, entonces yo trabajé mucho en proyectos con varias universidades, algunas de Brasil, de Chile y en particular de la UBA, donde trabajé mucho con Guillermo Durán, del Instituto de Cálculo de la UBA.
¿Cómo organizaste tu doctorado?
El doctorado lo hice en la UBA, pero con mi trabajo como investigador docente. Tardé cinco años o seis en hacer la tesis de doctorado, porque al tener un cargo en investigación, en lugar de tener una beca definida, lo que me pasó es que me enganché en muchísimos otros proyectos aparte de la tesis.
Algunos proyectos teóricos, otros aplicados. Si bien se me demoró la tesis, por otro lado, gané. Porque para cuando terminé la tesis yo ya tenía un montón de experiencia y un currículum con siete papers, seis de los cuales no estaban relacionados con mi tesis. Algo que no es común, porque uno empieza a publicar artículos después de doctorarse.
¿Cómo arrancaste en el exterior?
Cuando me faltaba poco, en el último año, me salió la posibilidad de venirme a Francia con una beca de BEC.AR. Me vine 8 meses a trabajar con una profesora de acá, que a su vez, era la directora de tesis de mi director de tesis de doctorado.
La verdad es que en esos ocho meses avancé una bestialidad, más o menos, lo mismo que había avanzado en los últimos dos o tres años y con eso terminé la tesis en el 2015.
Yo después volví a la Argentina en el 2016 con todos los resultados logrados, terminé de describirla, de redactarla, de presentarla y finalmente en octubre de 2016 hice la defensa. Pero con la cabeza puesta en volver a Europa para hacer un posdoctorado. Así fue que en 2018 me vine a Francia.
¿Cómo elegiste dónde ir a hacer un PosDoctorado?
Hay varias formas para aplicar a posdoctorado. En general, sale un llamado ofreciéndolos y la agente aplica. Se arma una selección de perfiles y se quedan con quien más le guste. Otras veces que no es tan así, uno conoce a alguien y ese alguien tiene la oportunidad de ofrecerte una oportunidad, donde hay mutuo interés. Tranquilamente, pueden directamente ofrecértelo.
En mi caso, yo le escribí a un conocido que tenía en la Universidad Paris 13 y le dije que andaba buscando un posdoctorado para hacer y le mandé mi CV.
Él se lo pasó a un profesor, al tipo le gustó mi perfil y tenía la opción, así que me lo ofreció. Fue corto, de ocho meses, en el laboratorio de informática de la Universidad.
En el caso del posdoctorado en el que estoy ahora, en l'Ecole Polytechnique, más o menos fue parecido, el profesor con el que estaba trabajando me dijo que le escribiera a una persona que creía que podía llegar a tener algo interesante para mi perfil. Le escribí, le mandé mi CV y me contestó diciendo que le interesaba. En ese caso, igualmente fue por llamado público, en el que yo fui uno de los tantos candidatos que se presentaron, y afortunadamente fui el elegido.
¿Cómo es un PosDoctorado?
En Argentina muchas veces se trata de becas, cuando se habla de posdoctorado se está hablando de una beca del CONICET o algún otro tipo de beca.
En Europa es bastante distinto. Por lo que estuve viendo, mi experiencia, son trabajos. Incluso, el doctorado (que, en Argentina, en general, es una beca cuando uno tiene un puesto de doctorando) a veces, es un contrato laboral.
El posdoctorado que tuve y el que estoy haciendo ahora, son contratos laborales. En lugar de ser un puesto de profesor, por ejemplo, es un puesto de investigador con una duración determinada. No se toman clases, ni se hacen tesis.
Suele ser como el colchón que tiene uno entre el momento en el que se recibe, se doctora, y el momento que consigue algún cargo permanente en alguna universidad o una empresa.
Lo que suele pasar es que cuando uno se doctora no tiene un currículum suficientemente interesante para conseguir un cargo, entonces uno lo que puede hacer es hacer posdoctorados con la idea de ir formando un currículum interesante para que en algún momento pueda competir para algún cargo.
¿Sobre qué soles investigar?
A mí me gusta mucho la parte teórica, pero también me gusta mucho la parte aplicada. Entonces, por ejemplo, en el doctorado estuve trabajando en cosas súper teóricas que son estudios poliedrales. ¿Qué es esto?
Uno tiene un problema clásico conocido como coloreo de grafos y la idea es que en lugar de escribir algoritmos para resolverlos, uno escribe modelos matemáticos que modelen esos problemas.
Entonces, uno resuelve esos modelos con alguna computadora y tiene la solución a lo que quiere hacer.
Yo lo que estuve haciendo fue estudiar las propiedades teóricas de estos modelos, eventualmente para después ayudar a la resolución usando computadoras. Pero me quedé en la parte más teórica.
¿Y en la parte práctica?
Ahí estuve haciendo unos cuantos proyectos, muchos de ellos de los que hice con Guillermo Duran en el Instituto de Cálculo de la UBA. Por ejemplo, utilizar un modelo matemático para mejorar lo de recolección de la basura, u optimizar la logística de los barcos en una empresa salmonera de Chile, o el del censo del 2010, que era armar los recorridos de los censistas de la provincia de Buenos Aires, es incluso el diseño del fixture de fútbol y cosas así.
En general, problemas que se llaman "de optimización", en particular, de optimización combinatoria donde uno tiene que resolver un problema, y hay un montón de formas de hacer eso, y uno lo que quiere es encontrar la mejor forma, optimizando alguna función que puede ser la ganancia, minimizando el tiempo, etc.
¿Cómo te ves a futuro?
La verdad es que no lo tengo muy claro. En principio, creo que me voy a quedar por acá por lo menos un tiempo.
A mí me encanta la Academia, pero no lo tengo muy en claro si me voy a quedar en la Academia pura. Desde hace unos años me están dando ganas de ver qué de hacer investigación en empresas. Por ejemplo, Facebook, Microsoft, Google, etc.
Que, si bien son empresas de la industria, en lugar de tener sólo puestos de desarrollo, ahora tienen también gente que se dedica a hacer investigación en temas parecidos a los que trabajo yo muchas veces.
No sé, si surge algo interesante por algún lado puede llegar a ser por ahí o puede ser por el lado Academia. Pero por ahora estoy disfrutando del presente, sin pensar tanto en el futuro.