Secuenciación local del coronavirus: clave para el desarrollo de una vacuna
Investigadores del Malbrán lograron secuenciar el genoma completo del SARS COV-2 que está circulando en el país, vital no sólo para el diagnóstico, sino para el desarrollo de una vacuna. Entre los expertos del Servicio, se encuentra Tomás Poklépovich, bioquímico y docente de la UBA.

El equipo liderado por Elsa Baumeister, y del que forma parte Tomás Poklépovich, realizó el estudio para conocer la dinámica y diversidad de la población viral de SARS-CoV-2 que al parecer provienen de diferentes cepas que llegaron de Estados Unidos, Europa y Asia.
Este logro es importante para la confección de los tests de diagnóstico que permiten saber si una persona está o no infectada con SARS-CoV-2. Lo que hacen los tests, es identificar secuencias del virus. Hasta ahora, buscaban partes de la muestra secuenciada en China en enero.
Ahora podrán buscar de una forma más eficiente, ya que conocen las cepas exactas que circulan en nuestro país. A su vez, este avance permitirá realizar reactivos en la Argentina, justo en momentos en que son escasos a nivel mundial.
El logro fue alcanzado por expertos del Servicio de Virosis Respiratorias y la Plataforma de Genómica y Bioinformática del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (INEI-ANLIS), Doctor Carlos G. Malbrán, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.
Buceando entre genes
La gesta comenzó hace un mes, cuando el ministro de ciencia, Roberto Salvarezza, convocó a todos los especialistas del país para coordinar acciones respecto a la pandemia del SARS-CoV-2.
Allí Baumeister, la jefa del servicio de infecciones respiratorias del instituto Malbrán, dijo: “Mañana me sumerjo en el laboratorio de alta seguridad de mi instituto para aislar el virus de un paciente. Deséenme suerte”, según contó el investigador de la UBA Alberto Kornblihtt, también presente en la reunión.
El nuevo coronavirus ya había sido secuenciado en enero en China, pero como explicó el biólogo molecular Kornblihtt, este tipo de virus no tiene su genoma formado por ADN, como el nuestro, por ejemplo, sino por ARN (ácido ribonucleico).
La diferencia radica en que el ARN cambia más seguido, un virus cuyo genoma está constituido por ARN en vez de ADN, va a mutar a una frecuencia mucho mayor, lo que implica que, para cuando el virus originado en China llegó a nuestro país, ya era diferente.
“Esto es así porque la enzima que lee y copia su genoma de ARN es poco fiel, comete errores, a diferencia de las enzimas que copian ADN, que son 1000 veces más fieles”, explicó Kornblihtt en una nota que publicó en Página 12. “Entonces, esa infidelidad de la copia del ARN que ocurre cada vez que el coronavirus infecta nuestras células hace que se vayan acumulando mutaciones que sólo pueden ser detectadas si se determinan las secuencias experimentalmente tal como lo hizo el equipo del Malbrán”.
Lo interesante del secuenciamiento del coronavirus local, es que los investigadores del Malbrán encontraron que son tres cepas diferentes las que circulan por el país. Una viene de Estados Unidos, otra de Asia, y la restante de Europa.
Esto permite ver a los científicos que el virus ya había mutado en cada lugar al que llegó, cuando fue transportado desde Asia a Europa, y a América del Norte. Así es que el que llegó acá, fue ligeramente distinto de cada uno de esos orígenes.
Mundo científico unido
Las muestras de pacientes argentinos infectados fueron derivadas al Laboratorio Nacional de Referencia en el marco de la vigilancia nacional de Covid-19. En tanto, el resultado fue enviado al Global Initiative on Sharing All Influenza Data, GISAID, entidad que aprobó el estudio de forma inmediata. GISAID es una iniciativa público privada, con sede en Alemania, que promueve el intercambio internacional de todas las secuencias del virus de la influenza, datos clínicos y epidemiológicos relacionados con virus humanos. Con información geográfica y específica, busca ayudar a los investigadores a comprender cómo evolucionan y se propagan los virus.