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Ser argentino

EL MATE, EL FOLKLORE, EL CARNAVAL: ¿CÓMO SE CONSTRUYE LA TRADICIÓN?

lunes 10 de noviembre de 2025

Cada 10 de noviembre se celebra el Día de la Tradición en conmemoración del nacimiento de José Hernández, autor del Martín Fierro, una de las obras más representativas de la literatura argentina. Pero, ¿se puede hablar de una tradición que describa el “ser argentino”?

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10 de noviembre: Día de la Tradición

Desde la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, tres especialistas - la antropóloga Julieta Infantino, el doctor en Letras Juan Ignacio Pisano y la licenciada en Artes Lucía Rodríguez Riva - reflexionan sobre el sentido de la tradición en la actualidad y las tensiones que atraviesan la construcción del “ser argentino”.

La tradición, una construcción en disputa

“Desde la antropología la tradición se entiende como una construcción social situada en el presente, que selecciona y resignifica elementos del pasado en función de los intereses y disputas del presente”, explica Julieta Infantino, investigadora del Instituto de Ciencias Antropológicas de Filo. Lejos de ser algo estático, la tradición es, para ella, “un campo de disputa donde se definen identidades, pertenencias y valores sociales”.

Infantino subraya que el Día de la Tradición, más que una celebración de lo gauchesco, invita a revisar qué versiones del pasado elegimos recordar y cuáles quedan al margen: “La idea de una tradición nacional ligada al criollismo y al gaucho pampeano invisibiliza otras identidades sociales, como las de los pueblos originarios o afrodescendientes, que también forman parte de nuestra historia”.

Por su parte, el doctor en Letras, investigador y docente Juan Ignacio Pisano coincide en que la tradición se puede entender como “la trama cultural, estética y política que comporta el desarrollo temporal e histórico de una comunidad - nacional o regional - y donde se cifran relaciones de poder y de resistencia”.

Según Pisano, la construcción de una identidad nacional estuvo marcada por una mirada porteñocéntrica y eurocentrada, que tendió a “blanquear” el imaginario nacional. Esto se puede ver en el proceso de blanqueamiento que acompañó a la canonización del Martín Fierro y del gaucho luego de 1910, difuminando del imaginario nacional (aunque sin poder borrarlos de manera plena) cualquier rasgo amerindio o afrodescendiente que, como puede comprobarse sin demasiada dificultad, tiende a excluir de la comunidad nacional y a pensarse como venido de otro país o relegada a un pasado ya perimido (como ocurre en los actos escolares). 

“El ‘ser argentino’ se articuló históricamente desde el gaucho como figura hegemónica, desplazando otras voces y tradiciones regionales. Pero toda tradición es dinámica: se tensiona, se discute, se reescribe”, sostiene el Doctor en Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

Finalmente, destaca que las tradiciones actuales están atravesadas por nuevos debates: “Desde los carnavales del norte hasta las cantoras feministas o trans en el folclore, hoy asistimos a una disputa viva por el sentido de la tradición”.

En este sentido, la tradición es el elemento necesario para amalgamar a una sociedad y, a la vez, la instancia que nos permite discutir las injusticias y limitaciones que allí pueden anidar. Hablar de “la tradición nacional” implica reconocer que no hay una única versión de nuestra historia, sino procesos de selección, exclusión y resignificación de distintos pasados posibles. Más allá de la figura del gaucho o de las costumbres rurales, el Día de la Tradición celebra las expresiones culturales que se consideran propias del país. Cada uno de nosotros, en su propia vida y en su comunidad, expresa, habita y construye modos diversos de “ser argentino” los cuales, a su vez, encuentran líneas históricas de desarrollo. 

La tradición se construye sobre el fondo de una cultura, que puede ser más o menos antigua. Al mismo tiempo, desde esa misma cultura surgen las posibilidades para disputar los sentidos opresivos de una tradición (si pensamos a la cultura como un conjunto amplio, donde anidan las formas de vida y las emergencias estéticas). Cultura y tradición, en ese sentido, se demandan mutuamente.

Tradición, arte y memoria

Por su parte, la licenciada en Artes Lucía Rodríguez Riva propone pensar las tradiciones como prácticas que nos conectan con el pasado y dan sentido al presente.

“Hay algo de ritual en las tradiciones, que en el propio proceso de repetición se transforma y genera memoria colectiva”, afirma.
Rodríguez Riva recupera la influencia del Martín Fierro en el arte y el cine argentinos: desde las adaptaciones de Torre Nilsson y Solanas hasta las reinterpretaciones contemporáneas. “El legado de Hernández atraviesa nuestra cultura visual y narrativa, y su figura sigue operando como un espejo de nuestras tensiones sociales y políticas”.

Un país, muchas tradiciones

Las tres miradas coinciden en que no existe una única tradición argentina, sino una pluralidad de voces, prácticas y memorias que conviven, se mezclan y se disputan.

“En esa diversidad - afirma Infantino - se juega la posibilidad de construir un relato más justo e inclusivo de lo que somos”.
En tiempos en que resurgen discursos homogeneizantes, pensar la tradición desde su complejidad, diversidad y conflicto es una forma de celebrar la riqueza cultural del país y reafirmar el valor de la educación pública como espacio para el debate crítico.

Rodríguez Riva sostiene que ”las tradiciones son prácticas específicas (como las comidas, las fiestas, los deportes) que se inscriben dentro de un ámbito más amplio, que es la cultura. La cultura no es única, ni estática, ni se define por una serie de objetos, sino por las relaciones entre ellos. Hay algo de ritual de las tradiciones, que en el propio proceso de repetición se transforman y generan una memoria colectiva en el largo plazo”.

La tradición 

Las tradiciones se viven en constante reinvención. Lejos de ser meros legados del pasado, son espacios donde se actualizan disputas por la memoria, la identidad y el sentido de lo común. Los distintos grupos sociales que habitan el territorio argentino recrean, reinterpretan y discuten sus patrimonios culturales, combinando lo heredado y lo nuevo.

En la actualidad conviven de modos diversos de acuerdo a la región. Desde el  carnaval tilcareño en la zona andina del norte de nuestro país, diferente de los carnavales en las ciudades, hasta las distintas manifestaciones del folclore. De algún modo, la tradición es el elemento necesario para amalgamar a una sociedad y, a la vez, la instancia que nos permite discutir las injusticias y limitaciones que allí pueden anidar.